Cocina de aprovechamiento: trucos y consejos.

Hoy día vivimos en un mundo que va muy rápido, la materia prima es más barata y más fácil de conseguir, por lo que solemos comprar de más. Y con todo lo que tenemos en la cabeza cada día, muchos de los alimentos acaban caducando o poniéndose malos en nuestras neveras y despensas.

 

Pero la cocina de aprovechamiento busca justo lo contrario. Unido a la conciencia eco, su objetivo es no desperdiciar comida, otra manera que tenemos de cuidar el planeta con un uso responsable de los recursos y por supuesto nuestra economía, que también lo nota.

 

 

 

La cocina de aprovechamiento se basa en técnicas para evitar tirar a la basura ningún resto de comida aprovechándolo todo. Y su aliado perfecto es el congelador.

 

Es muy importante tener muy bien planificado el menú semanal o las diferentes comidas para, en primer lugar, no comprar alimentos de más, y en segundo, tener previsión de lo que vas a necesitar y lo que puede sobrar. Y por supuesto, cualquier resto de comida debe despertar tu imaginación para hacer una nueva receta.

 

 

Ventajas de la cocina de aprovechamiento

 

  • Economiza. Utilizando los mismos ingredientes puedes hacer recetas distintas, por lo que tu el ahorro será considerable y evitarás comprar de más.
  • No se desperdicia nada. Aprovechas las sobras de otras recetas, sin desperdiciar nada de lo que se encuentre en tu nevera aunque vaya a perecer en breve.
  • ¡Da rienda suelta a tu creatividad! La cocina de aprovechamiento te permite liberar tu creatividad, probando recetas nuevas.
  • Enfatiza el sabor de las nuevas recetas, ya que al estar ya previamente cocinado y reposado, adquieren más sabor, que aportan y suman a las nuevas recetas.

 

Consejos

Al congelar los alimentos debes hacerlo inmediatamente después de que hayan sobrado, para evitar que pierdan propiedades. Y es muy importante que primero los dejes en la nevera unas horas hasta que hayan alcanzado la temperatura ambiente.

 

Debes evitar en la medida de lo posible el exceso de grasa a la hora de congelar, ya que puede dar sabor rancio.

 

Si sabes que te va a sobrar comida porque vas a preparar de más, no te excedas con la sal, cebolla, ajo ni especias, ya que pueden enranciar el sabor o quedar muy fuertes.

 

Conservarlos bien en bolsas zip de congelador a ser posible sin aire o envases bien cerrados.

 

Etiqueta cada producto incluso con la fecha. Si se trata de tuppers o tarros, puedes hacerlo con un trozo de cinta carrocero y un rotulador. Así cuando lo utilices, podrás quitarle la etiqueta y utilizarlo de nuevo para otra cosa.

 

Ideas para no tirar comida:

RESTOS DE POLLO

 

El pollo sirve para un montón de cosas, si lo desmenuzas: ensaladas, para hacer caldo, para rellenar verduras como el calabacín o para hacer croquetas. Puedes también mezclarlo con foie gras y rellenar unos deliciosos canelones. Con la piel y los huesos puedes preparar una sopa, añadiendo incluso la salsa que haya sobrado y unas verduritas para darle más sabor.

 

 

 

SOBRAS DE CARNE O PESCADO ASADO

 

Lo mejor es dejarlo en la nevera un poco hasta que se enfríen. Pueden servirte para rellenar empanadillas, canelones, pimientos del piquillo… Puedes hacer buñuelos, albóndigas o pasteles como el de cabracho. También para unos huevos rellenos de carne si lo picas bien y lo mezclas con pimientos y aceitunas negras, por ejemplo. Otra buena idea para aprovechar las sobras del pescado es preparando unas hamburguesas diferentes, una forma divertida de que los peques coman pescado.

 

 

 

 

 

VERDURAS

 

La mitad de un pimiento, un tomate o media cebolla que no has usado puede estropearse muy rápido en la nevera. Lo mejor es picarlo muy bien y guardarlo en bolsas individuales en el congelador. Además te ayudará a ahorrar tiempo ya que cuando necesites las verduras para un sofrito, caldo o para acompañar un poco de arroz, solo tendrás que verter la bolsa… Otra deliciosa opción es hacer chips de verdura, cortándolas y metiéndolas unos minutos en el horno. ¿Y con una pasta? Un poco de aceite y tienes un plato delicioso. El pisto de verduras es otra opción ideal para aprovechar verduras que ya están un poco más pasadas.

 

 

 

HUEVOS

 

Si te sobran las claras, además de que puedes congelarlas, puedes usarlas montadas en cremas, bizcochos, merengues… Y si lo que te sobran son las yemas, congélalas también en una cubitera o puedes conservarlas enteras en la nevera sumergidas en un bol de agua fría.

 

 

 

FRUTA PELADA

 

Lo mejor es preparar un poco de almíbar, enfríalo rápido con unos hielos y sumergir la fruta en él antes de que empiece a estropearse. También puedes hacer compotas, helados y granizados.

 

 

 

 

 

PAN

 

Cada día, congela el pan que te haya sobrado bien envuelto en film transparente y cuando tengas una buena cantidad, podrás hacer migas, sopa de ajo, de cebolla, gazpachos, cremas de verdura, pudin… También puedes rallarlo y usarlo para empanar otros alimentos. Debe estar muy duro y puedes hacerlo con rallador manual o un robot de cocina. Guárdalo en una bolsa de plástico y espera un par de días antes de utilizarlos para que esté seco y crujiente.

 

 

 

TOMATE FRITO

 

Si haces el tomate frito casero, o abres un brick y te sobra mucho, guárdalo de manera individual en la proporción que suelas usar y congélalo. También puedes mezclar un poco con carne picada y tener pequeños envases con boloñesa listos para echar a una pasta cuando no sepas muy bien qué preparar.

 

 

 

RESTOS DE PATATA

 

¿Has pelados demasiadas patatas? Puedes conservarlas en la nevera sumergidas en agua salada sin problema y utilizarlas para hacer puré, pastel de patata, ensalada campera o ensaladilla rusa.

 

 

 

PESCADO FRITO

 

Si te sobra, no lo tires. Envuélvelo en una hoja de papel absorbente de cocina untada en aceite Carbonell y cocínalo en la sartén o parrilla a fuego lento dándole vueltas hasta que esté caliente.

 

 

 

ALIMENTOS HERVIDOS

 

Tanto verduras como pescados, si se guardan en una bolsa zip y sin aire, pueden perfectamente mantener todo su sabor.

 

Y muy importante, nunca tires el agua de cocción de un buen pescado ni de los mariscos, porque contiene muchísimos minerales y vitaminas. Podrás hacer sopa de arroz y pez espada, caldos para otros guisos…

 

 

 

ARROZ Y PASTA

 

Los restos de arroz blanco cocido te pueden valer para hacer croquetas de arroz, ensaladas y sopas. También lo puedes sofreír con ajo para hacer arroz a la cubana o mezclarlo con otros alimentos para rellenar unas berenjenas.

 

Si vas a calentar el arroz sobrante, lo mejor es que lo hagas al vapor para que no se te pase. Si decides hacerlo en el microondas debes humedecerlo un poco primero y no calentarlo mucho para evitar que quede como una plasta. Y si lo vas a calentar al fuego, hazlo muy lento y con un chorrito de agua.

 

La pasta, la quinoa, y demás cereales se conservan bien en la nevera, y te servirán para elaborar ensaladas o los famosos poké bowls.

 

RESTOS DE COLIFLOR O BRÓCOLI HERVIDOS

 

Se pueden hacer diferentes recetas de aprovechamiento, como empanadillas vegetales, pizzas, se pueden saltear con ajos y trozos de bacon, hacer puré mezclando con un poco de agua, sal y pimienta. O incluso una tortilla de lo más ligera sustituyendo las patatas por la coliflor hervida. Y con el brócoli, puedes hacer una quiche de champiñones y brócoli, deliciosa.

 

 

 

LÍQUIDOS Y GUISOS CALDOSOS

 

Mejor congelarlos en tuppers o tarros, pero recuerda dejar un poco de espacio en el envase porque el líquido siempre se expande un poco al congelar.

 

También puedes congelar el caldo de verduras o de carne en una cubitera de hielo, después de haberlo desgrasado. Así podrás utilizarlo de manera individual para dar sabor a otros guisos y sopas cuando lo necesites.

 

 

 

RESTOS DE PLATOS DE CUCHARA

 

¿Te han sobrado lentejas o garbanzos y te da pereza repetir la misma comida otro día? Tritúralo y preséntalo en forma de crema para que ya no sea lo mismo… También puedes preparar con los restos de un cocido croquetas de pollo o carne, canelones o empanadas.

 

O la típica ropa vieja, hecha con la carne del cocido deshebrada y rehogada con los garbanzos y las patatas.

 

También puedes triturarlo todo junto, hacer una masa para formar albóndigas, enharinarlas y freírlas. ¡En salsa de tomate están deliciosas!

 

 

 

 

 

Las posibilidades son infinitas y dependen de ti y, tu imaginación y todo lo que se te ocurra. Pero lo más importante es no tirar nada de comida. ¿Nos compartes tus ideas o consejos para una cocina de aprovechamiento?